Son varias as entradas deste blog que teñen como referencia a Elena Poniatowska. Penso que entre todas poden axudar a comprender o carácter e a dimensión da xornalista e escritora mexicana, unha das cronistas que mellor expresan o que acontece no seu país. Xa teño falado da admiración que sinto por ela, tanto polo que escribe e como escribe, como pola súa actitude sempre firme e valorosa na defensa da xustiza e da liberdade, aínda agora, superados os oitenta anos.

O seu retrato, con reflectir no espello, foi tomada por Maribel na súa casa de D.F., un día de 2010 no que nos convidou a xantar. Tamén é daquel día esta outra foto que Maribel insiste en que poña, non porque estea eu, senón polo coxín que teño entre as mans, algo moi querido de Elena e que expresa o seu compromiso coas mulleres mexicanas, vítimas principais de todas as violencias que padece o país. O coxín foi feito por mulleres maltratadas e de entre todos os obxectos que adornan o salón, ela refírese a el con especial orgullo. O lema escrito na parte superior di: Viva las mujeres en resistencia.

Onte foi investida doutora Honoris Causa pola Universidade Complutense de Madrid. O seu discurso estivo centrado no significado e no valor de internet e das redes sociais, pero non por iso deixou de falar do que acontece no seu México, que tanto lle doe. Recibín esta crónica de Alejandro Gutiérrez, publicada pola revista dixital Mexileaks, á que tamén me teño referido outras veces. Como non estiven alí, para escribir a miña, quero compartila:
MADRID (apro).- La escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska fue investida con el doctorado Honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid, en un acto solemne en el que reflexionó sobre la revolución de Internet y las redes sociales, y el peso de éstas en la vida cotidiana, el periodismo y la política.
La autora de La noche de Tlatelolco destacó que el internet y las redes sociales “son un arma de doble filo, porque puede ser una maravilla, pero también pueden enajenar”, principalmente a los adolescentes.
Una “generación de jóvenes que caminan con la cabeza baja y la mirada perdida en una pantalla”, con los “ojos atornillados en su móvil”, que el escritor Fabrizio Mejía Madrid describió como que esa “comunicación instantánea es nuestro nuevo autismo”, dijo.
Poniatowska también reconoció el impacto que eso provoca en el periodismo escrito, debido a la inmediatez de la información en internet y su reproducción en la redes sociales, pero también cómo éstas se convirtieron en una lupa para los dirigentes políticos, de quienes, dijo, necesitan “menos face y más book”.
La escritora señaló que la información en internet y las redes sociales “ha desbancado a los periódicos”, al grado que “los quioscos en México están en vías de extinción”.
Luego dedicó un espacio a homenajear al periodismo independiente de México, recordando el reciente fallecimiento del fundador de la revista Proceso, Julio Scherer García, hecho que, subrayó, se convirtió en un acontecimiento nacional. También mencionó a la periodista Carmen Aristegui y al diario La Jornada.
“Ahora la muerte de uno de los principales opositores del gobierno (mexicano), el fundador del semanario Proceso, Julio Scherer García, el pasado 7 de enero, se convirtió en un acontecimiento nacional, a pesar de que la familia Scherer exigió total discreción. A pesar de que Julio ni siquiera tenía cuenta en Twitter, ni en Facebook”.
En este sentido, reconoció que herramientas como Twitter y Facebook propician que el reportero cibernético reemplace al viejo reportero de tinta y papel.
Poniatowska llamó a reflexionar sobre el tiempo que le dedicamos a internet y las redes sociales, y habría que tener opiniones de los especialistas, apuntó.
En esta revisión se cuestionó sobre el tiempo que un joven puede pasar en la red al día y cuánto de ello puede retener en la memoria, y sobre la importancia de la lectura de libros como Don Quijote de la Mancha, la Biblia o El Principito. “¿Somos más inteligentes desde que ponemos a freír nuestros sesos en internet?”. Ahora los jóvenes, añadió, “están más tiempo pegados a la pantalla de un teléfono que a cualquier libro impreso”.
Por otro lado, hizo un amplio repaso sobre las movilizaciones ciudadanas que se han convocado a través de los teléfonos inteligentes o las tabletas para protestar en contra de acciones del gobierno, o masacres como la de Ayotzinapa, donde 43 estudiantes normalistas fueron desaparecidos hace poco más de cuatro meses.
Elena Poniatowska fue investida con el título doctor Honoris causa por el rector de la UCM, José Carrillo, y en el decreto que le concedió este grado se destacaron sus méritos alcanzados en “su brillante carrera periodística” y su dilatada obra literaria que retrata la realidad mexicana.
Enalteció también el “compromiso social” de la escritora con los más desfavorecidos, los pobres, los indígenas y los que más sufren, así como con los jóvenes, por lo que es un modelo para las nuevas generaciones.
La académica Rocío Oviedo Pérez de Tudela resaltó la constancia de la galardonada en el periodismo y subrayó que “Elena Poniatowska es la voz más autorizada para defender a los estudiantes de Ayotzinapa, para denunciar el genocidio que está ocurriendo en Guerrero”.
Esta última imaxe corresponde ao acto de entrega do premio Escritora Galega Universal, que lle outorgou, no ano 2009, a Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega (AELG) e figura no arquivo da asociación. Con ela estamos: o seu fillo Luís; Cesáreo Sánchez Iglesias, presidente da Asociación e eu.
Lembrar, como remate, que a editorial Trifolium ofrece no seu catálogo varios títulos seus, algúns traducidos ao galego:
– Métase mi prieta entre el durmiente y el silbatazo
– Benquerido Diego, abrázate Quiela
– Lilus Kikus (infantil)
E que a editorial Galaxia, no ano 2009, publicaba A filla do filósofo, conxunto de dez relatos traducidos ao galego por cinco escritoras e cinco escritores do país.